Queridas compañeras de lucha de Camino a la Vida:
Aquí estoy teniéndolas muy presente en estos días previos al 25, imaginándome todos los preparativos, idas y venidas en las que andan y con ganas de llegar hasta Iguazú y estar allí marchando junto a ustedes de algún modo . . .
Llego con recuerdos muy lindos del año pasado, del tiempo compartido y ellos me acercan un aroma a esperanzas, fuerza y mucho entusiasmo por hacer visible un problema que es de todos, aunque como muchos otros no se lo quiera ver, y que así poco a poco lo vayamos transformando, y cada vez sean menos las mujeres maltratadas y más las que se ponen de pie.
Me encantó la propuesta de la marcha, ¡¡¡qué hermoso!!!, cierro los ojos y las veo ahí avanzando junto a otros y otras que también quieren vínculos de reciprocidad. Estoy segura que esto seguirá ampliando la conciencia y la sensibilización sobre el sufrimiento que genera la violencia, tan extendida y silenciada. Está muy bueno esto de tomar la plaza, un espacio público tan significativo, de manera femenina, crítica, creativa y pacíficamente, es una acción que define un modo propio de generar ciudadanía.
Aquí percibo mucho machismo y un notable adormecimiento de las mujeres del barrio, es grande el desafío y parecieran pocas/os las/los que quieren poner el cuerpo para que las puertas de las casas se abran, las mujeres salgan de la cocina determinadas a enfrentar sus miedos y las costumbres arraigadas, y entre todas encendamos la fogata del empoderamiento y hagamos oír nuestra voz colectiva para que sea realidad una vida más digna, más plena, más bella para todas y cada una.
En el camino a la vida aquí, me encontré con mujeres de la Iglesia Evangélica Luterana y nos reunimos para pensar juntas qué hacer para el 25. Realizaremos un Taller de "Amor a Tí misma" aquí en la Capilla de nuestro barrio y otro en la Misión Maria Magdalena que es donde están ellas. Y el miércoles iremos juntas a la plaza a tomar tereré con algunos carteles y a repartir a los que pasen un folleto sobre qué hacer frente a la violencia, es una huellita, por algo se empieza. A mi me alegra que es una huellita compartida y ecuménica.
La filósofa Hanna Arendt afirma que la acción política tiene la "cualidad de interrumpir lo que se acepta comúnmente, la repetición, trayendo al mundo algo nuevo, imprevisible". la cualidad de transformar en real lo que no existía hasta ahí. Y en ese espacio político cada una/o revela quién es produciendo identidades nuevas, "identidades cuya novedad se convierta en el principio de una nueva historia". Creo que esta es la experiencia que tuvimos con el Centro de Atención a Mujeres en situación de violencia, con él nacimos a la acción política y el trabajo en él nos hizo nacer nuevas a nosotras mismas.
Celebro este nacer colectivo y desde aquí me uno a todo su trabajo por una vida saludable y sin violencia. Un abrazo cariñoso y resistente para cada una.
Carolina
sábado, 5 de diciembre de 2009
Compartiendo este Camino a la Vida
Resistencia, 23 de noviembre del 2009
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